La ciudad amurallada de Dalt Vila, en Ibiza

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Uno de los lugares más recomendados por los lugareños a los turistas que visitan las Islas Baleares es Dalt Vila en Ibiza, el casco antiguo de la ciudad de Ibiza. Dalt Vila significa “ciudad alta” en ibicenco, y recibe ese nombre debido a la localización elevada de esa parte de la ciudad. Desde el año 1999 la UNESCO declaró a Dalt Vila y en concreto a las murallas que la rodean como Patrimonio de la Humanidad.

Para acceder a Dalt Vila se puede hacer uso de uno de las cinco puertas de acceso que tiene la ciudad. Cada una de estas puertas cuenta con su encanto particular, pero la más famosa de todas es la conocida como “Portal de ses Taules”, cerca del mercado viejo de la ciudad, que suele ser la puerta más visitada.

Si se entra a la ciudad por la mencionada puerta se llega al Patio de Armas, lugar que acogió en su día el primer mercadillo hippie de toda la isla, además de ser el lugar donde encontraremos una gran variedad de tiendas y restaurantes, la mayoría de los cuales están situados en la Plaza de Vila.

Una vez en el centro de Dalt Vila hay muchos lugares a los que visitar. Una opción es seguir uno de los caminos de la ciudad hacia la zona más alta para llegar a la catedral de Dalt Vila, un lugar muy visitado por todos los aficionados y entusiastas de la arquitectura medieval. Además a lo largo del camino hay unos paneles informativos muy interesantes con información sobre la historia de los puntos más importantes de la ciudad.

Otros puntos interesantes que se pueden encontrar en la ciudad de Dalt Vila en Ibiza son:

  • Los baluartes de la ciudad, utilizados en el pasado como puntos defensivos contra ataques de bárbaros y piratas.
  • El Ayuntamiento de Ibiza, que anteriormente fue un convento de la Orden Dominica, y cerca del cual se encuentra uno de los mejores miradores de la ciudad.
  • La propia Catedral de Ibiza, conocida como Catedral de Santa María de las Nieves.

Si se visita la ciudad durante el verano es muy aconsejable llevar calzado cómodo, puesto que muchas de las calles de Dalt Vila son algo empinadas y resbaladizas, y durante el verano el paso a la ciudad se limita solo a gente a pie. El resto del año se puede visitar la ciudad en coche o en moto, algo que mucha gente prefiere ya que facilita mucho la caminata. Por otro lado es también recomendable reservar mesa en uno de los restaurantes de Dalt Vila si se tiene pensado cenar en la zona, puesto que de lo contrario es más que probable no encontrar sitio.

 

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