El acueducto de S’Argamassa: transportando las aguas de Ibiza

/ Historia y Curiosidades

 

Hace muchos siglos los romanos conquistaron todo el oeste de Europa, incluyendo la Península Ibérica y todo el Mar Mediterráneo. Ello también significó que los romanos tuvieron mucha influencia en el desarrollo de las islas Baleares en los inicios de la civilización, algo que todavía está presente hoy en día en las islas.

En el caso de Ibiza, los romanos mantuvieron una estrecha relación comercial con los fenicios, que visitaban a menudo la isla buscando vender y comprar sus mercancías, algo que hizo que la isla floreciera con diversas culturas conviviendo en un mismo espacio, siendo estas culturas principalmente la romana, la fenicia y la griega.

Uno de los legados más importantes de la Ibiza romana es el acueducto de la playa de S’Argamassa, un acueducto de 300 metros de alto construido en el siglo I después de Cristo que se utilizaba para transportar aguas de Ibiza más puras de las fuentes cercanas a S’Argamassa hasta unas instalaciones que los romanos tenían en los alrededores: una piscifactoría en la cual se criaban y mantenían peces de diferentes especies autóctonas, principalmente atunes, para su posterior exportación a otros lugares del imperio.

Además cerca de los restos del acueducto se encuentran unas ruinas de lo que una vez fueron depósitos de aguas que servían para ir almacenando el agua de la fuente para su transporte a la piscifactoría.

Muchos historiadores creen que en la piscifactoría de S’Argamassa también se generaba la salsa conocida como garum, un condimento muy conocido en la época que se elaboraba con restos de diferentes tipos de pescado, vísceras, vinagre, especias y aceite. Esta salsa se transportaba mediante ánforas y era vendida por todo el imperio romano como uno de los mejores condimentos de toda Europa.

Para los aficionados a la arqueología y a las ruinas históricas en la isla también se puede encontrar el antiguo asentamiento de Ses Païsses de Cala d’Hort, un asentamiento púnico-romano situado cerca de las aguas de Ibiza alrededor de la Cala d’Hort y el islote de Es Vedrà, en la que se pueden encontrar antiguas viviendas e incluso una necrópolis romana.

 

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